Buenos, mis queridos y nunca bien ponderados seguidores de este blog, se acercan las fechas navideñas y, además de:
- loterías.
- compras.
- cenas de todo tipo.
- regalos de amigos invisibles que terminan siempre terminan siendo visibles y, generalmente, nunca son nuestros amigos.
- ver "¡Qué bello es vivir!", "Sonrisas y lágrimas" y 374 versiones de "Cuento de Navidad"
- Más lotería.
- Turrones de todos los sabores (este año la gran novedad: Turrón de Grelos).
- Polvorones (¡de esos no, guarr@s).
- Adornos navideños (algunos son pa mear y no echar gota... ¡que cursilada, macho!)
- Fiestas familiares (no tienen precio).
- Anuncios de juguetes y colonias para todos los gustos.
- Más lotería y rifas...
- Copitas con los amigos, compañeros, vecinos y con todo el que nos sirva de excusa para beber sin que nadie nos pueda decir nada (¡coño, que son pascuas, hombre!)
- Felicitaciones clásicas, con música, con fotos en las que todo el mundo sale mal, enviadas por correo electrónico, por SMS, vía telefónica, etc...
¡¡¡tendremos que escuchar miles y miles de villancicos!!!
Y es que en Navidad, todos hacemos algo que, en otras fechas del año nos daría muchísima vergüenza: cantar en público (y encima muy mal). Siempre mantuve que al ser humano hay dos cosas que hacerlas en público le desbordan y le hacen aflorar sus mayores timideces: desnudarse y cantar solo. Pues en estas fechas, supera una de ellas (y no precisamente la que, en alguno casos, yo - y también la mayoría de vosotr@s, no lo neguéis- aplaudiría).
Y tengo que confesar que a mí, me gustan los villancicos (excepto los flamencorro-rocieros, que me horripilan y me causan ictericia). Pero es que es una saturación tan grande, que llega a producirnos sobredosis.
Yo tengo una amigo que dice que un villancico le ha facilitado el mejor disfraz de su vida, el cual, para darle valor a la cosa, se lo pone todos los fines de semana. Se disfraza de "pez en el río", es decir que, bebe, bebe y vuelve a beber.
Bueno, pues comienza desde hoy, hasta el día 6 de enero -el día del Juancar y la Sofi- el I CONCURSO DE LETRAS DE VILLANCICOS ORIGINALES.
Las bases son muy simples: hay que coger un villancico de los tradicionales y muy conocidos y ponerle una letra nueva en la que se haga referencia o crítica a la Navidad y sus costumbres.
Os adelanto uno:
(Para cantar con la música de "los peces en el río", en homenaje a mi amigo).
Pero mira como compran las Pijas en Serrano
Pero mira como compran en invierno y en verano.
Compran, y comprar y vuelven a comprar,
con tarjeta Visa Oro
que ya paga papá.
Espero más respuestas.
Ah... ¡feliz navidad!