martes, 14 de diciembre de 2010

FESTIVAL DE VILLANCICOS


Buenos, mis queridos y nunca bien ponderados seguidores de este blog, se acercan las fechas navideñas y, además de:
- loterías.
- compras.
- cenas de todo tipo.
- regalos de amigos invisibles que terminan siempre terminan siendo visibles y, generalmente, nunca son nuestros amigos.
- ver "¡Qué bello es vivir!", "Sonrisas y lágrimas" y 374 versiones de "Cuento de Navidad"
- Más lotería.
- Turrones de todos los sabores (este año la gran novedad: Turrón de Grelos).
- Polvorones (¡de esos no, guarr@s).
- Adornos navideños (algunos son pa mear y no echar gota... ¡que cursilada, macho!)
- Fiestas familiares (no tienen precio).
- Anuncios de juguetes y colonias para todos los gustos.
- Más lotería y rifas...
- Copitas con los amigos, compañeros, vecinos y con todo el que nos sirva de excusa para beber sin que nadie nos pueda decir nada (¡coño, que son pascuas, hombre!)
- Felicitaciones clásicas, con música, con fotos en las que todo el mundo sale mal, enviadas por correo electrónico, por SMS, vía telefónica, etc...
¡¡¡tendremos que escuchar miles y miles de villancicos!!! 



Y es que en Navidad, todos hacemos algo que, en otras fechas del año nos daría muchísima vergüenza: cantar en público (y encima muy mal). Siempre mantuve que al ser humano hay dos cosas que hacerlas en público le desbordan y le hacen aflorar sus mayores timideces: desnudarse y cantar solo. Pues en estas fechas, supera una de ellas (y no precisamente la que, en alguno casos, yo - y también la mayoría de vosotr@s, no lo neguéis- aplaudiría).
Y tengo que confesar que a mí, me gustan los villancicos (excepto los flamencorro-rocieros, que me horripilan y me causan ictericia). Pero es que es una saturación tan grande, que llega a producirnos sobredosis. 
Yo tengo una amigo que dice que un villancico le ha facilitado el mejor disfraz de su vida, el cual, para darle valor a la cosa, se lo pone todos los fines de semana. Se disfraza de "pez en el río", es decir que, bebe, bebe y vuelve a beber. 
Bueno, pues comienza desde hoy, hasta el día 6 de enero -el día del Juancar y la Sofi- el I CONCURSO DE LETRAS DE VILLANCICOS ORIGINALES.
Las bases son muy simples: hay que coger un villancico de los tradicionales y muy conocidos y ponerle una letra nueva en la que se haga referencia o crítica a la Navidad y sus costumbres.
Os adelanto uno:

(Para cantar con la música de "los peces en el río", en homenaje a mi amigo).
Pero mira como compran las Pijas en Serrano
Pero mira como compran en invierno y en verano.
Compran, y comprar y vuelven a comprar, 
con tarjeta Visa Oro
que ya paga papá.
 
Espero más respuestas.
Ah... ¡feliz navidad!

   

domingo, 12 de diciembre de 2010

ENTREGA DEL PRIMER DORMILÓN

Bueno, ante todo pediros disculpas por el retraso en la actualización del blog, pero es que me ha pillado un mes un poco loco. La verdad debo deciros que esperaba más participación y algo más de criterio y de creatividad. Es importante seguir las reglas -como hacen muchas chicas y señoras en sus agendas-, y en este caso estaban claras: había que completar la frase "Estoy más quemado que...".
Hubo aportaciones ingeniosas, pero que no cumplían esta premisa (por eso se quedarán si premi-so, ¡qué ocurrente, por Dios!).
Del resto y haciendo un esfuerzo enorme por no tener en cuenta las mías, que sin duda eran muy buenas, pero que darían lugar a pensar en el favoritismo del juez -o sea yo mismo-, tengo que decir que algunas pecaron de oportunistas y otras de excesivamente privadas (que este blog es generalista y abierto a todo el mundo -aunque casi nadie lo visite-.
Así pues, el ganador, en este caso ganadora, es Alicia, con su frase (por otro lado clásica donde las haya) "Estoy más quemado que el cenicero de un bingo".
Así pues, amiga Alicia, puedes copiar y pegar en tus documentos la foto de nuestro horrible dormilón que aparece en el primer artículo de este blog.
Y como regalo adicional, un cenicero con acento muy gallego (como Arsenio o David Vidal).
Así pues, enhorabuena a los premiados y animaros al resto a seguir participando. En breve nueva entrenga.

     

lunes, 1 de noviembre de 2010

La moto de Manolo Preciado

 
Soy un gran aficionado al fútbol, eso que quede claro desde el principio. El otro día -exactamente el fin de semana anterior- tras un partido de fútbol de Sporting de Gijón, su entrenador -Manolo Preciado- tras ver el mal juego de su equipo dijo: "Estoy más quemado que la moto de un hippy".
Ante todo dejar clara mi admiración y gran respeto por don Manuel, al cual admiro como entrenador y, especialmente, como persona, ya que aunque no le conozco, su forma de ser en las entrevistas, su forma de trabajar y su currículum como entrenador de fútbol, han despertado en mí una especial simpatía por este señor. Pero me gustaría hacer hincapié (que como dicen Les Luthiers es poner en pié en tierra Inca) en la expresión propiamente dicha, ya que, es un clásico y se ha dicho durante muchos años. Mi pregunta es muy sencilla :¿alguien ha visto alguna vez a un hippy subido en una moto? Creo que no. 
Los hippys, según la tradición, el único vehículo al que se les puede asociar era a la clásica furgoneta Volkswagen. Ya sabéis, la de toda la vida...
 
También se les puede identificar con sus melenas, sus guitarras, sus hierbas, sus perros... pero en principio, y aunque os llevéis el Skatergoris, no se pueden aceptar como elementos de transporte... bueno quizás sí los perros, pero los pobres chuchos estaban tan famélicos y esqueléticos, que dudo mucho sirviesen para transportar otros pasajeros que sus pulgas y chinches.
Desconozco cuál es el origen de dicha expresión, pero ya va siendo hora de corregirla. Quizás, de señalar a una tribu urbana, quedaría mejor "estar más quemado que la moto de un heavy", porque dan la impresión de ser más cañeros con sus vehículos motorizados...
Bueno, pues para abrir boca, os invito a construir un final más apropiado para la expresión (por favor, evitemos las vulgaridades y animaladas diversas). La  persona que  aporte la mejor de las propuestas recibirá un regalo simbólico (no sólo la alegría de haber participado, que diría mi alumno Antonio): El dormilón de felpa semanal.
Os dejo algunas propuestas para que os sirvan de inspiración y os animo a dejar las vuestras durante unos días, tras los cuales nominaremos a los finalistas y elegiremos el vencedor. Ahí van:
 "Estoy más quemado...
 - ... que el coche de Carlos Sainz (trata de arrancarlo, Carlos, por Dios).
- ... que un bosque gallego en verano (con el permiso del señor Feijoo).
- ... que un inglés en verano (puede cambiarse la nacionalidad del hombre-gamba).
- ... que la pipa de Balbín (este para gente de cierta edad que veíamos la Clave).
- ... que el presupuesto para cultura de cualquier ayuntamiento (difícil que se queme lo que no existe).
- ... que el Coloso en llamas (peli catatrofista de los setenta).

Bueno, pues... ánimo y a quemar el blog de intervenciones (¡cómo he hilado el final, macho!).
Os espero. 

PRESENTACIÓN

Cuando yo era niño, allá por el siglo pasado, había en muchas habitaciones, especialmente femeninas e infantiles, una especie de muñeco, que por lo general era bastante... ¿horrible? -aquí cada uno puede añadir la palabra que considere oportuna- cuya finalidad real era guardar en su interior los pijamas y/o camisones de l@s propietari@s de las camas (digo yo que esa era su misión principal, porque dadas las características físicas del muñeco en cuestión, sería demasiado horrible pensar que alguien lo utilizase como ornamentación del habitáculo). Como una imagen vale más que mil palabras, os adjunto un ejemplo encontrado en la red, aunque parece bastante más reciente.



Dicho muñeco (posiblemente prototipo en el que se inspiró el creador de Chuky) recibía el nombre de DORMILÓN (evidentemente desconozco si el creador del nombre estaba en pleno síndrome de abstinencia, pero prometo investigarlo y verificarlo).
Hace unos años, un grupo de amigos hicimos una revista (de aquella se llamaban fancines o algo así), y uno de los seudónimos utilizados para firmar mis artículos era el del DORMILÓN JUSTICIERO, que, en honor a la verdad, fue un nombre que se le ocurrió a mi señora esposa. Recuerdo que el nombrecillo en cuestión hizo mucha gracia, por lo cual, en homenaje a aquellos tiempos y a la persona inspiradora del mismo, he decidido llamar así a este blog, en el cual iré publicando, básicamente, las cosas que se me vayan ocurriendo sobre distintos temas.
Hechas pues las presentaciones, os invito a participar en el blog, dejando vuestras opiniones y observaciones, siempre que se hagan desde una postura de respeto a tod@s l@s participantes. Asimismo me gustaría, aunque sea contraviniendo las modas de firmar con seudónimos, que se dejara el nombre de cada participante (aunque no sea completo), pero estos ya queda a la conciencia de cada uno.